Durante este tiempo, las empresas cambian mucho: algunas han tenido que cerrar y buscar nuevas maneras de trabajar; sólo algunas han podido seguir con sus actividades. Pero es probable que con ello se incremente el trabajo y pueda ser algo difícil para las personas y llegar al burnout. Conoce más acerca del término y cómo evitarlo.
El burnout laboral, también denominado síndrome del quemado o síndrome de quemarse en el trabajo, es un trastorno emocional vinculado con el ámbito laboral; el estrés causado por el trabajo y el estilo de vida del empleado.
El síndrome de burnout suele presentarse en las personas que han elegido su oficio de manera vacacional; por lo general enfermería, medicina y profesorado. Aunque al principio las manifestaciones y el malestar sólo se extienden a la vida laboral, también llega a afectar la vida social y familiar de quien lo padece.
El principal detonante de este síndrome es el entorno laboral y las condiciones de trabajo. Los principales elementos que lo provocan son los altos niveles de estrés, la carga de trabajo excesiva, poca autonomía, las malas relaciones en el trabajo y la ausencia de apoyo en el entorno; además de la falta de formación para desempeñar las tareas, entre otros factores. Las causas suelen ser exigencias excesivas que originan tensiones.
Pero además, también existen otros factores de riesgo que pueden provocar el burnout:
El exceso de burocratización sin apoyo específico, la falta de tiempo para organizar las tareas (la persona nunca sale a su hora y debe llevarse trabajo a casa). También el no contemplar las sustituciones por bajas temporales pueden elevar los niveles de estrés.
Todos los trabajadores tienen expectativas respecto a su actividad laboral, y en ocasiones no se ajustan a la realidad cotidiana y provocan que la adaptación a esa realidad se vuelva lenta. Cuando las expectativas son muy altas y no se cumplen, se pueden desarrollar síntomas como ansiedad, apatía o tristeza.
Existen algunas cualidades y rasgos personales que si una persona lo tiene, indica que es más propenso a tener este síndrome. Por ejemplo, las personas conformistas, inseguras y dependientes tienen más posibilidad de sufrir depresión y ansiedad cuando se enfrentan a situaciones estresantes.
Las personas con este síndrome presentan varios síntomas, pero los tres principales son:
La salud y calidad de vida de los trabajadores repercute en la competitividad y eficacia de las empresas. Por lo tanto, la mala salud o calidad de vida en el trabajo afectan negativamente a la organización por medio del absentismo y la disminución de la producción y de la calidad. Para evitar que haya este problema en la empresa, algunas ideas para evitarlo son:
Ahora que sabemos más sobre este síndrome, hay que tener cuidado y prestar a tención a los síntomas para buscar alternativas que nos ayuden a que nuestro trabajo sea más placentero y hacer lo que nos gusta, sobre todo en estos momentos complicados. En Tierra y Armonía queremos ayudarte a que trabajes mejor y puedas ser más feliz cada día.