Mantener tu casa fresca durante los meses más calurosos del año no solo trae beneficios económicos para tu bolsillo sino que al mismo tiempo: a) eleva tu calidad de vida al permitirte disfrutar de tu casa mientras el sol se queda afuera y b) es de lo más ecológico que puedes hacer.
A contiuación te compartimos tips y claves que te permitirán mantener tu casa super fresca en época de calor:
Para evitar que tu casa se convierta en un horno, debes asegurarte de que la temperatura se mantenga en una media de 20 grados centígrados.
La importancia que cobra la ventilación en el hogar no solo tiene que ver con la renovación del aire, evitar malos olores o la aparición de humedades, pues es un gran truco para mantener el aire fresco en el interior de una vivienda.
Por las mañanas, las temperaturas son más bajas por lo que es el mejor momento para ventilar la casa y atrapar un aire fresco y renovado. El tiempo de ventilación depende de las dimensiones de tu hogar. Por lo general, será suficiente con 30 o 45 minutos.
Después de ventilar la casa, para mantener el aire fresco es fundamental bajar las persianas de las habitaciones. Así evitarás que el calor penetre a través de las ventanas.
Además de ayudarte a mantener el aire fresco dentro de casa, también podrás ahorrar en el consumo del aire acondicionado. Por ejemplo, puedes mantener todas las persianas bajadas, excepto de la estancia que vayas a usar como la cocina o el baño. Si aún así haces uso del aire acondicionado, recuerda que es importantísimo limpiar sus filtros.
Este tema nos suele preocupar únicamente en invierno, pero al igual que en esta época se escapa por esos huecos el calor de nuestras casas, durante el verano entrará por ellos. Si nuestra casa está muy expuesta al sol, lo mejor será colocar unos toldos que cubran las ventanas e impidan que incidan en exceso los rayos.
Otro truco es colocar cortinas espesas, grandes y de colores que repelan el calor como los blancos o grises.
Otro gran recomendación es evitar encender los aparatos eléctricos y las luces. Por muy pequeña que sea una bombilla esta emitirá calor. Lo mejor es que tengas encendido aquello que realmente sea imprescindible.
Incluso es más recomendable dejar la persiana hasta la mitad antes que encender la luz y optar siempre por la instalación de focos LED.
Por último, no olvides que los aparatos en modo Stand By (con el piloto rojo encendido) también generan calor, por lo que es recomendable apagarlos.
Las plantas aportan vida al hogar, nunca mejor dicho. Si son plantas con hojas verdes y de gran tamaño, puedes rociar agua sobre ellas y notarás cómo se refresca el ambiente. Un pequeño y muy eficaz invernadero.
Otro consejo infalible es regar la terraza, el balcón o refrescar las superficies que rodean tu casa. Sobre todo si son zonas que han estado expuestas directamente a los rayos del sol.
A falta de aire acondicionado, haz uso de los ventiladores. Si quieres crear una especie de brisa fresca hay un truco que es muy ingenioso: llena un recipiente con hielo y sitúalo en ángulo frente al ventilador. De esta forma, al encender el aparato notarás como el aire que circula es frio y fresco. Es una solución casi mágica para los días de olas de calor.
Por otra parte, también es recomendable que si los ventiladores están situados en el techo el sentido de rotación sea hacia la izquierda para que atraigan el aire caliente. Si solo podemos tener ventiladores de pie es importante que durante el día expulsen el aire caliente hacia la calle y durante la noche atraigan el aire fresco hacia la casa.
Con apoyo de: www.hogarmania.com